Poemillas

viernes, 9 de abril de 2010

Cuándo

Ahora deja que te envuelvan las sombras,
Yo estaré contigo.

Después piérdete en el iris de mis recuerdos.
Descubre mi cuello.
Mira mis alas, siéntelas.
Tú también puedes volar, pero sólo si lo intentas.

Después alza tu mano,
Mira como desaparecen las estrellas a su paso…
Oculta la palma,
Aprecia como de nuevo emanan.

Ahora fulgurante
Es una de mis alas.
La otra vive
Entre tinieblas suaves.

¿Luz áspera o azucarada oscuridad?

Yo estaré contigo,
Ahora… después.

Dedicado a un kiwi.

Fuera

Fuera de línea,
Esperando el momento.
Se encoge en un rincón
Y observa la grisalla de las baldosas.


No supiste escoger el tiempo,
El segundo perfecto.

Te dejaste llevar por la fachada,
Sin saborear el néctar de la milenrama.

Hociqueas en la fruslería,
Te regodeas en la vaciedad de Su Señoría.

Pronto sentirás que no tienes nada,
Serás servidumbre en bandeja de plata.

Toda una vida sin libertad,
Entre guirnaldas de falsedad.

Sin conocer el aroma de la mojada agua.
Sin ver el centro de la magmática tierra.
Sin bañarte en el coruscante fuego.
Sin correr por el relente aire.

Oh, eres un muñeco de hojalata,
Pero a ti Dorothy no te dará un corazón.
Te has vendido al mejor postor,
Ahora debes mirarle con adoración.

Todo por sábanas de Holanda
Y peines de oro… teñidos de escarlata.

Tus manchadas manos
Te enseñarán la realidad.
Tu única esperanza
Es ser condenado.

Pero tranquilo,
Tu Amo estará contigo…
Una mirada por encima del hombro recibirás
Y a una celda de diamantes marchará.




¿Era esto lo que deseabas?