Vivencias del 30/12/09: Redoble de tambor...

jueves, 31 de diciembre de 2009


¡Un Nokia N97!
No sé si a alguien le parecerá gran cosa, pero a mí sí :3. Total, si me va a durar tieeempo... Hasta le hicimos un seguro por si las moscas xD.
El día de hoy fue... normalito. Diferente de los demás. Porque quedé con mis amigas, no por otra cosa.
Por la mañana, pronto, noté que tenía algo que me picaba en la espalda. Me rasqué y me rasqué, y noté que se me inflamaba algo. Unas ronchitas. Mi madre dijo que a lo mejor era de sudar o algo así... Y no me convenció.
Después me levanté tarde (Vaya novedad), y me puse a jugar al Dragon Age (otra novedad, sí). Mi hermano chico encontró el lápiz táctil (menos mal) y tuve que dejarle one more time el móvil. Acojonante.
Comí medio pronto y tal y salí a las 5. Tuve que ir andando hasta El Corte Inglés (así está el tráfico en esta ciudad) y llegué... Pues no sé cuándo. Había quedado con Neku (la que me dio la idea de la entrada de las plantas), La Faraona y otras tres amigas (de las cuales solamente pudo ir una, cosas de la vida). Fuimos a mi tienda habitual de mangas y libros chachis (:D) y me compré el cómic nº 2 de Memorias de Idhún. Sí, me encanta Memorias de Idhún, aunque no tengo el primer cómic, porque no sé si lo vi o si pasé en su momento o lo que fuese que ocurrió. Ni idea. Es un poco clavada el puto cómic, pero bueno, soy una consumista empedernida xD.
Después fuimos a la tetería y empecé a echarles fotos como una descosida con el móvil (¡Y lo que les gusta!), siendo acojonante el "momento ráfaga": 18 fotos seguidas de manera automática, que se les quedarían los ojos haciendo chiribitas. Se siente...
Aluego (como dicen ciertos vejetes) acompañamos a Neku a coger el autobús (eso de vivir en los pueblos hace que te tengas que ir a horas tan feas como las 7:30), y nos pusimos a caminar por la Gran Vía. Nos sentamos en cierto sitio a despotricar sobre las clases (¿todos los profesores de historia del arte y lengua tienen que ser iguales en 2º de Bachillerato?) y de pronto se nos acercaron unos extranjeros a preguntarnos una cosa sobre una calle de un mapa que tenían señalada. Y yo en un principio pensé "¿Lo cualor?", pero después me di cuenta de que estaba enfrente de la catedral, y que iban en la dirección contraria. Ellos se quedaron de piedra cuando vieron que iban al verrés. Creo que eran portugueses, y el que nos preguntó sabía hablar español muy bien.
Después fuimos a la zona de la catedral. Comentamos los estilos arquitectónicos que tiene (menudo popurrí) y nos metimos dentro porque había un Belén (yo ya lo había visto algún año anterior, pero siempre mola). La catedral de noche y casi toda oscura da bastante respeto. Esa mole inmensa, con la luz de una velita al fondo (verídico), que te daba unos escalofríos... Los pelos como escarpias, oye.
Al salir del monumento fuimos a una plaza a ver unos puestecillos que vimos. Y fue perturbador: en el mismo sitio donde vendían figurines del Belén, vendían también... Figuras de Bob Esponja, Pocoyó (con Eli y Pato) y unos cuantos más (no dejéis de darle al link, por Tutatis). Dimos una vueltecilla más y fuimos a esperar los buses en las respectivas paradas. Era pronto, pero no sé, pensamos que había sido suficiente. Yo estaba cansada de tanto andar después de tanto sedentarismo. La vagancia, es lo que hay.
Llegué a casa, leí el cómic (nah de nah, mu rápido) y me puse a hablar con mi novio y a jugar al Dragon Age. Me pasé ya el sitio coñazo, y la trama se complica (dos de mis compañeros de grupo me tiran los trastos... ¡Aish! Vale, mi personaja no soy yo y los tíos son virtuales, además están programados para eso, pero oye, me emosiono xDD), y ahora me quedé... Pues en otro sitio. En Risco Rojo.
Ahora voy a ir a dormir, que siempre se me hace súper tarde. Y yo qué le hago, estoy de vacaciones.
Que tengáis una feliz Nochevieja (más de uno acabará más pedo que Alfredo), y unas buenas vivencias en general. Nos vemos.

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